Punto y aparte

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, y así hasta llegar a un millón. Una ovejita, dos ovejitas, tres ovejitas.. y así hasta llegar a un millón. Una nube de león, una nube de flor, una nube de autobús, una nube de piruleta.. y así hasta que ya no se te ocurre nada más. Lo intentas con todo; te pasas horas intentándolo con una que otra lágrima hasta que llegas a la conclusión que solo vas  a poder dormirte cuando estés más tranquila.

- Estás insoportable, ¿entiendes? INSOPORTABLE, INCOMPRENSIBLE Y INEXPLICABLE son las únicas palabras que te definen y yo ya no puedo más!

* Déjalo, lo siento. Ya está.

- ¿Lo siento? ¿Eso es lo único que se te ocurre? No sabes ni lo qué dices!

* No lo sé, no sé qué me pasa, ¿vale? Si intento averiguarlo me cierro, lloro y no levanto cabeza. Y si lo dejo pasar estoy cabizbajo casi todo el día.  Y ¿ eres tú? ¿Eres tú el que se pone de esa manera? Soy yo la que no puede más, que no sabe qué pensar, qué sentir, qué escuchar, qué creer, qué ignorar. Soy yo la que no sabe ni como puede vivir de esa manera tan inútil!

- Tocas saber qué te pasa, no mientas!

* No lo sé, y puede que ni quiera saberlo. No solo es contigo, es con todas y cada una de las personas que veo día a día. No las entiendo, no puedo entenderlas o tal vez, no quiera. Las necesito, pero pienso que ellas a mi no. Las odio porqué no saben qué me pasa y las quiero porqué intentan, alguna vez, averiguarlo.

No tenéis ninguna culpa, pero ¿ y qué? Os la doy igual y ni yo sé porqué.

- Necesito que estés bien. Si tú y yo no lo estamos, todo es diferente.. Tienes que intentarlo, por favor..

* No. Se acabó.

- No me hagas esto, por favor. 

* Vete.

 

''Bastaba hacer caso a tus consejos aunque estuvieras equivocada. Bastaba romper con nuestras buenas maneras con las que disimulamos errores y quejas. Sumerjirnos bajo el agua helada y aceptar que ya sabemos que ya es agua pasada'' dijo Laura Pausini.

No todo es sencillo, ni tampoco, todo es complicado, solo tenemos que saber buscar el punto exacto de la satisfacción. No hace falta estudiar para ir aprendiendo con el paso de lo días, que el sacrifico, el esfuerzo y la lucha tienen una recompensa; una sola, pero que es la  única que va a satisfacer tus llantos en mitad de una noche de tormenta.

Pura adolescencia.

No es eso lo importante ahora y si lo es realmente, para mi no. Puede caerse la luna y romper con todas las muntañas, desaparecer el sol y que vivamos en un mundo solo con pilas y luces de emergencia, llover a todas horas y tener que bucear con patos, gafas y tubo, formarse un agujero negro que se lleve la arena de los desiertos y que el cielo desaparezca por completo, que el avión no despegue jamás y las agencias de viajes caigan en quiebra, que finalmente, lo importante seremos nosotros, ellos.

¿Qué demonios sabemos,nosotras, niñas de dieciséis años, de la importancia? Casi nada, con tan poco tiempo, solo hemos podido aprender que las letras sirven para juntarlas y así formar palabras con las que las personas nos podemos comunicar; que la familia es imprencindiblemente imprescindible para caminar, que la amistad es el concepto básico de aprendizaje de los humanos y que el verbo querer no se aprende, sino que se siente dentro. Pero sí, admito que no sabemos ni media pierna de las ocho que tiene una araña, pero que con un pie no ha sido suficiente para romper a llorar al extrañar a la persona que tienes delante, para reír con tus padres lo que nunca has reído y para averiguar que el amigo se encuentra, no se busca.

Pause

*Tú también lo recuerdas, ¿verdad? Era precioso y en cambio, se esfumó.
- Como no voy a recordarlo! Olvido, no soy tan tonta como tú. Estar con ellas era magia que procedía de un lugar que nunca hemos encontrado ninguna de nosotras. 
Siempre hablabámos de sueños, de promesas, de imaginaciones y viajes impresionantes, pero eso, ellas, si que eran impresionantes y sobretodo, reales. Podía oir sus carcajadas a todo volumen y al mismo tiempo sentirlas dentro, tenía la opción de gritarles a ellas y a toda la calle que las quería, estaba obligada a escuchar cada una de esas séis vocecitas en mi cabeza durante horas, pero aún así, no me cansaba nunca de hacerlo.
Su ropa prestada, sus complementos, sus zapatos, sus bikinis, su baño, su ducha, su secador, etcétera, no era lo que de verdad me hacía sentir viva antes de salir a la calle todas juntas pisando fuerte, sino realmente, eran ellas, sus melenas castañas y rubias a desajuego con la mía y sus irremediablemente divertidos andares.
*Las hechas tanto de menos..
- No lo niego, no sería capaz de mentir. Se está convirtiendo en mi rutina y eso me está ahogando. Necesito aire, sacar de una vez la cabeza del agua, pero hechándolas de menos es imposible. Intento hacerlo sola o con alguna de ellas, pero estoy agotada.

La permanencia es maravillosa.

Escribiendo con la verdad por delante, digo que no creo en el verbo querer. Suena a risa y a descontrol, pero no estoy mintiendo; en cambio, con ella, las cosas cambian, el cielo se tiñe de arcoiris y la lluvia no moja. Dificilmente creo en que no la quiero,pero como para mí ese verbo todavía no ha existido, dentro, siento que es más que un verbo, que una sonrisa o que un llanto lo que hoy puedo decir que siento cuando pienso que tan solo la tengo a unas dos manzanas de mi casa.

En primaria, pusimos encima de la mesa los ingredientes exactos; en gimnasia rítmica, los mezclemos todos a la vez en un recipiente; en secundaria tuvimos hecha la pasta y hoy, tenemos un bol lleno de componentes básicos para una amistad maravillosa. Todavía tenemos que encender el fuego, esperar y luego cocinar, pero estoy tranquila, porqué aquí, a tu lado, sé que tenemos todo el tiempo del mundo para que de nuestra receta, salga un Naib, riquísimo.

                         Eres droga, veneno, addicción, obsesión, enfermedad sin remedio de medicina; eres mía.

Realidad y ficción.

-Vamos a hablar, ¿Vale? Quizá nos mentiremos, pero vamos a hablar.. Cerraremos los ojos antes de mordernos, apretaremos los puños con fuerza antes de pegarnos y fijaremos el labio superior con el inferior con tal fuerza que no podamos abrir la boca hasta contar hasta a diez. Entonces, empezaremos,quizá, a mentirnos; nos diremos que fue tan precioso que eso hizo querernos y que todavía hoy, perdure; nos susuraremos a la vez que las cosquillas son preciosas; nos abrazaremos lentamente, de una manera suave, pero intensa hasta comunicarnos con nuestra mirada que esto no termina aquí; nos acariciaremos las mejillas aunque estén mojadas y sonreiremos entendiendo los dos que no estamos bien, pero que sí vamos a estarlo y que va a durar, no sabemos ni cuanto, ni si quiera queremos saberlo, pero vamos a durar bien, riendo a carcajadas y saltando encima de mi cama.